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ALGUNAS DOCTRINAS BASADAS EN LA REENCARNACIÓN O QUE LA ACEPTAN
- Hinduismo
- Budismo
- Jainismo
- La Kabalah Hebrea
- Los Gnosticos
- Algunos de los primeros padres de la Iglesia
- Los Cátaros
En este post vamos a ver el catarismo y la reencarnación.
CATARISMO
El catarismo es la doctrina de los cátaros (o albigenses), fue un movimiento religioso de carácter gnóstico que se propagó por Europa Occidental a mediados del siglo X, logrando arraigar hacia el siglo XII entre los habitantes del sur de Francia, especialmente en el Languedoc, donde contaba con la protección de algunos señores feudales.
De entre todas las corrientes heréticas que se desarrollaban y expandían, la que se mostraba más vigorosa y con mayor acogida era el Catarismo, corriente herética de origen maniqueo y procedente del Oriente, de las Cruzadas,
Esta doctrina tuvo una gran difusión en Occitania, con un nivel cultural más elevado que facilitaba el desarrollo del espíritu crítico.
El catarismo ponía en serio peligro los cimientos de la iglesia católica y empezó a procederse con severidad para erradicarlo. En 1022 fueron ejecutados los primeros cátaros del Languedoc, en Toulouse.
REENCARNACIÓN Y LOS CÁTAROS
Entre otras enseñanzas católicas, negaban la resurrección de los muertos y la vida futura.
Los cátaros también creían en la reencarnación. Las almas se reencarnarían hasta que fuesen capaces de un autoconocimiento que les llevaría a la visión de la divinidad y así poder escapar del mundo material y elevarse al paraíso inmaterial. La forma de escapar del ciclo era vivir una vida ascética, sin ser corrompido por el mundo. Aquellos que seguían estas normas eran conocidos como Perfectos. Los Perfectos se consideraban herederos de los apóstoles, con facultades para anular los pecados y los vínculos con el mundo material de las personas.
Consideraban que los hombres eran simplemente ángeles caídos y su destino debía ser poder regresar al Cielo. Para llegar a la perfección y alcanzar definitivamente el paraíso, requería de varias vidas, por lo que admitían la reencarnación como vehículo para alcanzar esa pureza hacia la perfección definitiva. Admitían, al estilo oriental, la transmigración de las almas.
Los cátaros creían que el espíritu del hombre se encontraba prisionero del cuerpo material, por lo que, para conseguir la liberación del espíritu, practicaban un estricto ascetismo que les libraría del ciclo de las reencarnaciones.
La desigualdad de sexos era producto únicamente de la materia y en las reencarnaciones se pasaba indistintamente a cuerpo de hombre o de mujer (aunque algunos parece exigían un cuerpo de hombre para la última reencarnación).
CRUZADA ALBIGENSE O CÁTARA
Hasta el siglo XII, los Papas se plantearon que la herejía debía de ser reprimida por la fuerza y la iglesia decidió otorgarles a los Cátaros la misma consideración que a los infieles musulmanes, de modo que Inocencio III en 1209 decretó una Cruzada contra los Cátaros con el apoyo de la corona de Francia, para lograr su erradicación violenta mediante la Cruzada albigense.
La cruzada albigense (denominación derivada de Albi, ciudad situada en el suroeste de Francia), también conocida como cruzada cátara o cruzada contra los cátaros, fue un conflicto armado que tuvo lugar entre los años 1209 y 1244, por iniciativa del papa Inocencio III con el apoyo de la dinastía de los Capetos (reyes de Francia en la época), con el fin de reducir por la fuerza el catarismo, un movimiento religioso calificado como herejía por la Iglesia católica y asentado desde el siglo XII en los territorios feudales del Languedoc.
Estado de la Cristiandad al advenimiento de Inocencio III
El Papado de Inocencio III se inició en medio de varias convulsiones sociales. En varias regiones de Europa, el Feudalismo estaba cediendo terreno a una nueva sociedad burguesa. En Oriente, la Cristiandad debía lidiar con la amenaza de un poder musulmán fortalecido por Saladino, que había conseguido desbancar a la Tercera Cruzada. Siendo la Iglesia Católica una de las entidades más poderosas de Europa, no podía hacerse oídos sordos a todos estos sucesos.
La propia Iglesia atravesaba por un período complejo. El impulso de los cistercienses, adalides de ésta durante el siglo XII, había decrecido, y nuevas doctrinas como la de los cátaros, valdenses y patarinos se estaban propagando. Era evidente que el nuevo Papa debería actuar con resolución para mantener el rol de la Iglesia.
El fin de la guerra
La guerra terminó definitivamente con el tratado de París (1229), por el cual el rey de Francia desposeyó a la Casa de Tolosa de la mayor parte de sus feudos y a la de Beziers (losTrencavel) de todos ellos. La independencia de los príncipes occitanos tocaba a su fin. Sin embargo, el catarismo no se extinguió.
La Inquisición se estableció en 1229 para extirpar totalmente la herejía. Operando en el sur de Tolosa, Albí, Carcasona y otras ciudades durante todo el siglo XIII y gran parte del XIV, tuvo éxito en la erradicación del movimiento.
Desde mayo de 1243 hasta marzo de 1244, la ciudadela cátara de Montsegur fue asediada por las tropas del senescal de Carcasona y del arzobispo de Narbona. El 16 de marzo de 1244 tuvo lugar un acto, en donde los líderes cátaros, así como más de doscientos seguidores, fueron arrojados a una enorme hoguera en el prat dels cremats (prado de los quemados) junto al pie del castillo. Más aún, el Papa (mediante el Concilio de Narbona en 1235 y la bula Ad extirpanda en 1252) decretó severos castigos contra todos los laicos sospechosos de simpatía con los cátaros.
A finales del siglo XIII el movimiento cátaro, debilitado, entró en la clandestinidad y se extinguió poco a poco.
Perseguidos por la Inquisición y abandonados por los nobles, los cátaros se hicieron más y más escasos, escondiéndose en los bosques y montañas, y reuniéndose sólo subrepticiamente. El pueblo hizo algunos intentos de liberarse del yugo francés y de la Inquisición, estallando en revueltas al principio del siglo XIV. Pero en este punto la secta estaba exhausta y no pudo encontrar nuevos adeptos. Tras 1330, los registros de la Inquisición apenas contienen procedimientos contra los cátaros.
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© Silvia Eugenia Ruiz Bachiller, Autora de “TÚ Y YO SIEMPRE”, novela romántica. La historia de amor de Almas gemelas, su karma, reencarnación y regresiones a vidas pasadas.
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ENLACES RELACIONADOS:
http://es.wikipedia.org/wiki/Cátaros
http://es.wikipedia.org/wiki/Inocencio_III
Leyendo tu blog, me doy cuenta, que el tema de reencarnación, nunca ha sido bien aceptada, ni en los antepasados y ahora el presente, a mi en lo particular, negaba que tuviera muchas vidas, ahora ya lo creo, la iglesia nunca habla de la reencarnación, saludos
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Por el contrario, Raquel, en el pasado era totalmente aceptada la reencarnación, hasta que la iglesia católica (los emperadores Constantino y Justiniano) prohibieron esa creencia, por eso es que la iglesia católica no la menciona. En estos días publicaré varios posts al respecto. Me alegra que ahora creas.
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Reblogged this on eroticmary and commented:
lLa creencia de la reencarnación en el cristianismo antiguo
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