EROS Y TÁNATOS, LA APUESTA
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Aquí, solo como siempre,
como antes de llegar tú a mi vida,
te veo a ti, representando a Eros y Venus,
y la veo a ella, la Muerte, Tánatos.
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Ambas tratando de llevarse el premio…
Que resulté ser yo.
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Las dos caminando alrededor de mi lecho,
una frente a la otra,
intensamente a los ojos observándose.
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¿Cuál es el juego?
¿Hicieron una apuesta?
¿Me apostaron a mí?
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Las dos, con odio, se miran a los ojos
y luego me ven a mí,
tú vienes como Eros, pero eres humana,
Ella, la Muerte, tiene la apuesta ganada,
no hay igualdad de condiciones,
pero aún así la retas: yo soy el premio.
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Mi amor, gracias, pero ella gana,
se me abalanza, te lleva ventaja;
se va conmigo a cuestas
y te deja llorando amargamente,
para que aprendas con quien no hacer apuestas
y mucho menos con Ella, la Muerte.
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Garmín
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Intervidas, 24 de agosto, 2017, © Silvia Eugenia Ruiz Bachiller.
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