EN LA SOLEDAD
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Enciendo un cigarrillo más, mientras vuelvo a rellenar mi vaso de alcohol,
en la soledad de la inmensidad de mi cuarto de dos x dos,
entre el aroma del alcohol y el humo del tabaco,
escucho tu andar por la soledad de mi habitación.
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Un día mas sin ti, aquí, en mi soledad,
viendo en la pared la inmensidad del universo,
y tu ahí, sonriendo; invitándome a pasar.
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Espero la cita de mi vida, la que nunca llega tarde,
para que me lleve a tu lado;
pero ella en su sabiduría sonríe y pasando de largo
sólo dice aún no, no es el momento.
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Quiero yacer en la soledad de mi cuarto,
quiero leerte estas líneas y otras más,
deseo ser parte de los poetas muertos,
esos, que en vida amaron sin ser amados,
esos… que vivieron escribiendo
y murieron amando.
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Quiero ser del grupo de ellos,
porque solo así podré tocarte,
podré estar a tu lado, en la inmensidad del tiempo
recitándote los poemas más hermosos
y no dejarlos en papel, aquí sin destino.
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Entre los vapores del alcohol y el humo del cigarrillo,
siento como te mueves a mi rededor, con tu sonrisa,
diciendo en mi cabeza embrutecida:
“Te amo, te espero”.
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Tu poeta inmortal.
*
Daniel.
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Mexicali, B. C., 8/14 de mayo, 2017, Danshaggy ©,
Silvia Eugenia Ruiz Bachiller.
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A que vine 