Recordar… debo recordar… recuperar todo lo que platicamos Danny y yo esta madrugada.
.
Después de resolver nuestro dilema y amarnos, empezamos a platicar como antes, o casi como antes y llegamos al tema de lo que sufrimos en esta encarnación como Daniel y Silvia y cómo nos afectó la distancia; nos pusimos nostálgicos.
.
-Pagamos muy caro el amarnos en Teotihuacan, bebé, pero no pude resistirme a tu belleza y tuve que conquistar tu amor, con un costo muy alto, entonces y ahora.
.
-Sí amor, lo sé. En esta vida ni siquiera tuvimos la oportunidad de tocarnos, acariciarnos, mucho menos la posibilidad de tener un hijo tuyo, de llevarte a ti, a la esencia de tu vida, junto con la mía, en mi vientre, qué emoción tan inefable, qué ilusión más grande.
.
¿Sabes si alguna vez tuvimos hijos?
.
-Sí, mi amor, cuando fuimos ostrogodos, tuvimos un hijo, entre las dos veces que Odín te secuestró.
.
-¡Oh!, temo preguntar, pero ¿era tuyo?
.
Danny sonrió – Sí, amor, era mío, nació más de un año después de que te rescaté la primera vez.
.
-Uff, ¡qué alivio!, quiero recordar cómo fue el llevarte dentro de mí, en mi vientre, sentir latir tu vida dentro de mí, ¡qué hermosa sensación! ¡qué bello sentimiento!
.
-Sí amor mío, qué hermoso saber que yo estoy dentro de tu cuerpo todo el tiempo, por 9 meses, luego tiene que ser menos… jejeje – me abrazó tiernamente.
.
Eso es maravilloso, siempre y cuando no nos castiguen por ello.
.
-¿Qué quieres decir, amor?
.
-Que me estoy acordando de por qué nos capturaron cuando vivimos en Teotihuacan.
.
-Platícame, ahora el de las regresiones eres tú, mi amor.
.
-Recuerdas que nos veíamos en la terraza del templo de Quetzalcóatl todas las noches, mientras estuviera yo en la ciudad y no en batalla?
.
Ver:
https://aquevineadondevoy.wordpress.com/2016/01/09/regresion-a-una-vida-pasada-en-teotihuacan-sacerdotisa-y-guerrero-jaguar/
.
-Sí y una vez que casi nos descubren te llevé a una habitación que no se usaba.
.
-Y ahí pude amarte completamente, pudimos entregarnos totalmente uno al otro y ser inmensamente felices.
.
-Hasta que una vestal nos vio y nos denunció; te pedí que huyeras, pero no quisiste dejarme y me propusiste huir contigo porque el castigo iba a ser ejemplar, me ayudaste a bajar por el mecate por la que tú subías y emprendimos la carrera antes de que los sacerdotes llegaran a la terraza.
. 
.
-Yo sabía cómo huir y aunque los sacerdotes nos persiguieron por días, no sabían por dónde encontrarnos. Entonces regresaron, fueron al cuartel y me denunciaron a mí, para que me persiguieran los guerreros, pero ya llevábamos mucha ventaja.
.
Nos dirigimos hacia el reino tarasco, que no formaba parte del imperio de los toltecas en esa época.
.
Tú ibas ya embarazada, pero me seguías el paso, comías lo que encontrábamos y yo cazaba, aunque íbamos huyendo, éramos felices porque estábamos juntos, esperando un hijo y más o menos libres de amarnos cuando quisiéramos.
.
-De esa etapa no me acuerdo, quizá por las dificultades.
.
-Sí amor mío, tú llevabas la peor parte, nuestra ventaja era mi entrenamiento como guerrero, sabía esconderme, encontrar agua, cazar para comer y construirnos refugios para pasar las noches.
.
Pero cuando ya te faltaba una semana para dar a luz, nos encontramos un cerro de rocas, nuestros perseguidores estaban cerca, la subida casi a 90º y aunque te ayudaba a subir, pisaste una piedra suelta y te resbalaste, yo iba detrás de ti, pero no pude detenerte y ambos caímos.
.
El golpe te hizo comenzar el trabajo de parto y aunque yo tenía un cierto entrenamiento para curar heridas, un alumbramiento es distinto, justamente estaba pensando cómo ayudarte cuando escuché que nuestros perseguidores estaban cerca, por tu bien y el del bebé tuve que rendirme, sabía que los guerreros traían un curandero con hierbas para curaciones y mayor conocimiento que el mío.
.
Con las manos en alto, me rendí y les pedí ayuda para ti y nuestro bebé.
.
Me sometieron y amarraron, mientras el curandero te atendía, el bebé nació vivo, tu saliste bien del paso, nos regresaron a Teotihuacan, nos quitaron a nuestro hijo que esperábamos con tanta ilusión, nos juzgaron y nos enviaron lejos para ser vendidos como esclavos.
.
-De eso sí ya me acuerdo, ya lo he visto, a ti te mandaron a la zona del ahora Yucatán (hacia el sur), para venderte como esclavo para cosechar henequén.
.
A mí me enviaron al norte, a la ahora frontera con Estados Unidos a venderme como esclava para cosechar algodón. Así que a ti te mandaron al sur y a mí al norte: ahora fue al revés, tú estuviste en el norte (Mexicali) y yo en la Ciudad de México (al sur de Teotihuacan, no en Yucatán, más al sur, pero para el caso es lo mismo, estuvimos a 2,600 km y sin posibilidades económicas para viajar de un lado al otro.
.
-Sí bebé, nos castigaron poniendo una gran distancia de por medio entre nosotros, por habernos amado cuando te estaba prohibido, lo cual no era justo.
.
-Oye, amor, ¿y tuvimos hijos en otras vidas?
–
-En Sumeria, no.
.
Ver:
https://aquevineadondevoy.wordpress.com/2016/02/21/regresion-a-una-vida-pasada-en-sumeria-y-una-tragica-historia-de-amor/
.
.
En Japón siendo tú geisha y yo samurái, tú sabías cómo evitar los embarazos y nos amamos pocas veces; tú de nuevo estabas confinada, de nuevo yo era guerrero y sólo te podía ver cuando regresaba de una batalla y hasta que me enviaban a otra; hasta que ya no regresé vivo de mi último combate y un hermano de armas te lo notificó un año después. Entonces sí te dejaste vencer por el dolor, ahora te reconozco que eres más valiente y estás intentando superar mi muerte.
.
-Pero no salgo totalmente de la negación, la ira y la depresión.
.
-Bueno, bebé, no te me pongas triste de nuevo, ahora sabemos que algún día tú vendrás a mí, al Hogar y nos amaremos en espíritu ambos, hasta que reencarnemos y esperamos, deseamos, anhelamos encontrarnos de nuevo para, entonces sí, poder amarnos muy de cerca y entregarnos todo, mi amor, que ya lo necesitamos, amarnos ambos en espíritu y también amarnos los dos estando encarnados.
.
.
Nos pusimos románticos y nos amamos en energía.
*
.
Ciudad de México, 21 de noviembre, 2017, © Silvia Eugenia Ruiz Bachiller.
.
.***
© Silvia Eugenia Ruiz Bachiller, Puedes copiar y publicar este artículo, siempre y cuando incluyas el enlace al artículo, no lo uses con fines comerciales, no lo modifiques, no quites el © ni este último párrafo que le sigue, enlaces incluidos.
Imágenes tomadas de internet y/o Pinterest.
***
¿Te gustó este post? Ponme un comentario y/o un “me gusta” eso me alienta a seguir publicando, es la única recompensa que recibo: el agrado de mis lectores; y si piensas que en verdad vale la pena,
¡COMPÁRTELO!
Sígueme en Twitter
Reblogueó esto en serunserdeluzy comentado:
Las vicisitudes de nuestros amores en diversas vidas pasadas.
Me gustaMe gusta
Pingback: VENECIA REGRESIÓN A UNA VIDA PASADA – A que vine