© condiciones al final
MI LABORATORIO MENTAL
En el curso que tomé para poder controlar mi mente y mis regresiones a vidas pasadas espontáneas nos enseñan a crear un «laboratorio» en nuestra mente, para «programar» las cosas que deseamos resolver, o que sucedan, para eso entramos a un nivel de consciencia que ha sido llamado «nivel Alfa» por los científicos y entonces visualizamos nuestro laboratorio» y ahí «programamos» cualquier cosa. En el laboratorio invitamos mentalmente a dos «Consejeros», uno masculino y una femenina. A veces decidimos quienes van a ser y otras veces ellos llegan solos.
INVITACIÓN A MIS CONSEJEROS
Yo tuve una experiencia muy bonita al llevar a cabo la invitación a mis Consejeros.
Me ahorro la descripción del laboratorio, salvo la puerta de acceso; ésta se abre de abajo hacia arriba, deslizándose, como las puertas de un elevador.
Estoy en el momento en que van a llegar mis Consejeros, antes de empezar a subir la puerta me emociono sobremanera.
ASTRONAUTA
Veo a un hombre con traje de astronauta, se quita el casco y veo un hombre rubio, pelo lacio, ojos azules (Me recuerda a alguien a quien acabo de conocer y a alguien a quien amé hace mucho), me inquieta que sea mi mente consciente la que esté ordenándolo así. Yo invite a un Ser Superior, un Ser de Luz, a quien pueda servir de canal para dar conocimientos que beneficien a la humanidad.
Pensé (conscientemente) ¿Neil Armstrong?
ADÁN
Después me vino a la mente “Adam”; pregunté nacionalidad: judía. De pronto lo vi desnudo, era bellísimo, estético, puro, cuerpo de súper atleta (tal vez demasiado), su postura semejaba a la de la escultura El Pensador de Rodin, sólo que con la rodilla izquierda sobre el piso.
Ahora estaba con camiseta y pantalones blancos; salió sintiéndose el amo y yo estaba un poco confundida ¿sería Adán el de Eva?, o un judío astronauta llamado Adam?, pero al dirigirse a la sala para sentarse, volteé y vi: una barba entre castaña y pelirroja, ojos claros, llenos de bondad, pelo semilacio hasta los hombros, 1.80 m de estatura, 80 k de peso, túnica blanca y capa o manto rojo. Era EL REY y el hombre más tranquilo y accesible. Me quedé con la boca abierta.
Mi consejera estaba a punto de llegar, peo no podía hacerle caso. Lo seguía contemplando y cuando al fin pude hablar (en el pensamiento), dije:
-¿Acaso eres…?
Me sonrió bondadosamente, su cara se ilumino (realmente se llenó de luz) y sentándose tranquilamente me dijo:
-Sí, JESÚS.
No me quedé paralizada porque la puerta ya empezaba a ascender y vi llegar a mi Consejera, era Sor Juana Inés de la Cruz, a quien siempre he admirado mucho, pero hasta aquí capturé en la computadora sobre la llegada de mis dos primeros Consejeros, en otra ocasión continuaré con la llegada de Sor Juana.
¿SÓLO DOS CONSEJEROS?
En el curso nos advirtieron que sólo tuviéramos dos consejeros, porque no era “tertulia”, sin embargo, no me caracterizo por seguir las reglas (aunque en este caso fue de manera inconsciente), sobre todo las que “prohiben” algo, en otra ocasión, estando a solas y en un nivel alfa muy profundo, llegaron otros 10 Consejeros, pero eso lo dejo para un próximo post.
Otra cosa que nos «aconsejaron» fue que no pidiéramos a Jesucristo, porque demasiados graduados lo invitan a él. Así que para ser obediente, cuando hice la invitación sólo pedí a dos Seres Superiores, Seres de Luz, a quien pudiera servir de canal para compartir conocimientos que beneficien a la humanidad.
Y vino Jesucristo, ni más ni menos, el máximo consejero a que pudiera aspirar cualquiera.
Por otra parte Sor Juana ha sido mi inspiración para escribir, así que se cumplieron mis deseos.
Cuando cada mañana entro a mi laboratorio siempre veo a Jesús, en las sesiones que hago con un operador, a veces lo veo presente, casi físicamente, a veces lo he canalizado a Él, cuando responde nuestras preguntas, pero generalmente a quien canalizo es a Pablo el Veronés, también conocido como Pablo el Veneciano, encarnó en Verona en 1528 como el pintor Paolo Caliari, y desencarnó en Venecia en 1588. Actual Mahá Chohán. Maestro Ascendido de VII Iniciación; Señor Director de los Siete Chohanes de los Siete Rayos. Él es el espíritu de Luz que me guía en mis visualizaciones y también Él es quien casi siempre habla a través de mi voz cuando llevo a cabo canalizaciones.
Pablo (así me permite llamarlo) también llegó de una manera muy especial, junto con otros 9 consejeros, lo cual me hizo muy feliz, como prometí arriba, pronto publicaré su llegada a mi laboratorio mental.
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Imágenes tomadas de internet, Pinterest o de los enlaces relacionados. Creo que no es necesario advertir que algunas fotos, son imágenes actuales, sólo para dar una idea de lo que vi.
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© Silvia Eugenia Ruiz Bachiller
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