REGRESIÓN A UNA VIDA PASADA EN SUMERIA Y UNA TRÁGICA HISTORIA DE AMOR

REGRESIÓN A UNA VIDA PASADA EN SUMERIA Y UNA TRÁGICA HISTORIA DE AMOR

 dios Sumeria

LA REGRESIÓN MÁS COMPLETA QUE HE VISTO SIENDO PAREJA DE MI ALMA GEMELA/TWIN FLAME

Para más referencias sobre regresiones a vidas pasadas y almas gemelas,ver:

https://aquevineadondevoy.wordpress.com/category/reencarnacion/almas-gemelas-vidas-pasadas/

 Lo pongo como diálogo con él (mi pareja actual, mi pareja entonces), porque así la percibí.

  • Sé que hoy vamos a platicar muy poco y esporádicamente, pero si estás trabajando, debo aceptarlo sin ponerme triste o nostálgica.

  • Acababa de despertar y ese pensamiento vino a mí, me acomodé en la cama boca arriba, dispuesta a hacer mi programación del día y cuando terminé, estando aún en nivel alfa[i], empecé a tener visualizaciones, como cuando viene una Regresión a Vidas Pasadas, traté de captar bien todo.

 louvre4b Lammasu or Winged Bull

Estaba viendo la figura tan conocida de lo que interpretamos como dios sumerio: el león con alas y cabeza humana; daba vueltas y no lo podía ver completo, hasta que se estabilizó y vi que efectivamente era esa imagen, lo cual situaba esa encarnación en Sumeria. Para confirmar, luego vi la figura de la diosa sumeria conocida, entre otros nombres, como Inanna.

Inanna

Inanna

Vi un palacio con columnas a lo lejos, había una calzada como pavimentada o con lajas de piedra blancas y planas.

Ya cerca de las escalinatas de ese palacio, había dos filas guardas apostados a los lados, firmes, casi sin movimiento.

Una mujer vestida de blanco venía caminando por esa calzada, dirigiéndose al palacio, cuando al pasar en medio de los guardias, de pronto se detuvo porque la atadura de una de sus sandalias, se desató, esas correas eran de cuero y se ataban cruzadas hasta las corvas; al desatarse ésta, la sandalia se zafó; ella (me reconocí en ella) se detuvo para volver a atarla, pero antes de que pudiera agacharse, el guardia que quedaba enfrente, a su lado izquierdo rápidamente se hincó a colocarle la sandalia y se atrevió a tocarle la pantorrilla al atarle las correas, mientras ella subía su túnica para facilitarle la tarea.

Antes de terminar de atarlas, él (te reconocí a ti) alzó la vista y sus miradas se encontraron, el clásico flechazo, que conmovió a ambos, ella sonrió y el jefe de guardias que venía dispuesto a azotar al atrevido, se detuvo en seco, ella le hizo una señal de que todo estaba bien y le agradeció al guardia tocándolo en el hombro, nuevo choque eléctrico entre ambos.

Él (tú) vestía una túnica gris corta y una especie de armadura, pero no tan elaborada como las de los romanos. Ella (yo) una túnica de fino lino, blanca y ajustada al cuerpo, sandalias de cuero atadas con correas y una de ellas, oportunamente se había desatado.

Ella entró al palacio y se perdió de vista. Él la había seguido con la mirada. El Jefe de Guardias le preguntó

-¿Sabes quién es?

El atrevido bajó la vista ¡claro que sabía quién era ella! Pero no respondió.

Es nada menos que la hija del General X (así nombraré al jefe del ejército de ahí, ignoro el título que tenía, tampoco supe los nombres de nadie, ni la época).

El guardia (lo llamaré “G”) miraba al frente, sin pestañear, esperando el castigo seguro.

El jefe de guardias le dio en el pecho un pequeño latigazo de complicidad.

-Da gracias que la Señora no te mandó matar, podría haberlo hecho.

A G se le escapó una pequeña sonrisa de satisfacción, recordando la suavidad de la pierna, la frescura de la piel el aroma femenino. Suspiró y el Jefe sólo movió la cabeza ¿aprobación, desaprobación? Sólo él lo supo.

A partir de entonces “S” (yo) salía constantemente del palacio y al pasar frente a G lo miraba pícara de reojo y esbozaba una pequeña sonrisa, G le respondía con otra y un parpadeo.

Pocos meses después S tuvo que casarse con el casi anciano general “Y”, segundo al mando en el ejército, porque así estaba establecido para conservar las jerarquías de ambas familias.

A S y a G les afectó mucho, ambos estaban macilentos y demacrados sin que sus allegados adivinaran por qué.

Desde que G supo de la futura boda, no dejaba de pensar que si no lo hubieran castigado para ser guardia del palacio, quizá hubiera podido aspirar a casarse con S, pero a la vez, si no hubiera estado ahí ¿la hubiera conocido? ¿se hubieran enamorado?

Recordaba el hecho que lo llevó a ese lugar como castigo. Él era oficial del ejército (como capitán), estaban en guerra, invadieron al enemigo y las órdenes eran no dejar a nadie vivo, él se encontró con una mujer, la tomó del pelo, la levantó en vilo y le iba a cortar la cabeza con su espada, pero ella lo miró a los ojos y G no pudo hacerlo, la soltó y mató con su espada a un hombre que venía a socorrer a esa mujer, ella dio un grito desgarrador, que llamó la atención de otro soldado cercano, quien hundió su espada en el vientre de la mujer en diagonal desde el diafragma, matándola al instante.

G fue reportado y tuvo suerte de no haber sido condenado a muerte, debido a su historial militar; en lugar de eso lo mandaron a ser guardia del palacio del General al mando. Ya había escapado dos veces de una muerte por no seguir las reglas, más todas las veces que se había salvado estando en la lucha cuerpo a cuerpo. Sentía nostalgia por esa grandiosa época en la que iba hacia arriba, escalando jerarquías, lo único que lo consolaba era ver a S casi todos los días y que ella le sonriera.

  • Esa mujer a la que no mataste, es tu madre ahora, en esta vida; en aquélla, murió sintiendo emociones contradictorias hacia ti, por un lado agradecimiento por perdonarle la vida, por otro, odio porque mataste a su esposo delante de ella, además formabas parte del enemigo invasor. Vino a esta vida como tu madre para perdonarte por amor, pero a la vez cobrarte karmas.

  • Estas ideas me llegaron mentalmente, como suelen hacerlo las explicaciones a mis regresiones.

S se casó y siguió viviendo en el palacio, ya que su esposo, el general Y ocupaba un ala del mismo, así que aún pasaba frente a G, pero ahora lo evitaba en lo posible, se sentía triste y apenada por haberse casado, aunque fuera obligada, le avergonzaba el hecho de “pertenecer” a otro que no fuera G, a quien soñaba, dormida o despierta, todas las noches.

El general Y era casi impotente, sin embargo pudo embarazar a S y cuando ya era notorio, al pasar frente a G, ella bajaba la cabeza y se ruborizaba.

Nació el bebé, fue niño, así que se lo arrebataron a S para ser educado como guerrero desde recién nacido. A ella le dolió, pero era lo usual en esa sociedad, así que ya estaba hecha a la idea.

Semanas después, S salió a llevar una ofrenda al templo, en un cuenco metálico llevaba pequeñas figuras también de metal, animales, flores, frutos; al pasar frente a G dejó caer una rosa de oro y rápidamente la empujó hacia él con el pie. G suspiró y la cubrió con su tosca sandalia, hasta que pudo alzarla y conservarla en su mano, después, la hizo colgante y la traía siempre al cuello, de manera que S pudiera verla y pasar inadvertida a los demás.

Siguieron amándose a través de las miradas, hasta que hubo otra guerra y el general X y el general Y salieron en campaña.

S y G seguían enviándose su amor con miradas, pero un día, en que ambos ya no podían soportar ese amor sin poder manifestarlo, ella dejó caer un mensaje citándolo en la madrugada en un lugar semi escondido del palacio, cuando ella regresó él con un movimiento de cabeza le hizo saber que ahí estaría.

En la madrugada, ella salió de su habitación sin hacer ruido, no podía ir vestida como en el día, puesto que su doncella, como todas las noches, la había ayudado a desvestirse y guardado su larga túnica en el vestidor, donde ella dormía. S tuvo que salir vestida únicamente con una túnica ligera y corta. El guardia de la puerta estaba dormitando y no se dio cuenta, ella caminó descalza hasta el lugar de la cita.

G se iba a acostar vestido, pero sus compañeros empezaron a hacerle bromas, así que se desvistió y sólo quedó con la saya[ii] que todos usaban para dormir.

En cuanto los demás se durmieron, G salió sigilosamente de la habitación común de la guardia, que obviamente no estaba resguardada y se dirigió adonde lo había citado S, su corazón latía alocadamente.

S caminaba despacio y silenciosamente, sintiendo el corazón en la garganta, y pensando que sus latidos se escuchaban por todo el palacio.

Llegaron simultáneamente al lugar de la cita, se detuvieron en seco al verse, G reaccionó primero, la tomó de la mano y la guió a un lugar más discreto, sólo conocido por los guardias.

Cariñosamente la recargó en la pared, se acercó lentamente y la besó tiernamente, ella respondió igual, pero en unos segundos ambos perdieron el ritmo de la respiración y se besaron apasionadamente, G tomó la pierna derecha de S, la doblo y la sostuvo con su brazo, mientras se unía a ella. S emitió un gemido G se detuvo -¿Te lastimé?- S negó con la cabeza y se acercó más a él haciendo la unión total.

Se amaron tiernamente, apasionadamente, salvajemente, ella gemía, él temía que los escucharan, pero no podía detenerse, el final simultáneo fue maravilloso, se sintieron unidos ahora sí totalmente, siguieron abrazados por un tiempo indeterminado, hasta que se anunció la aurora.

S tenía que irse para que no la descubrieran llegando semidesnuda a su habitación. G se estaba jugando la vida si lo sorprendían fuera del dormitorio común.

Se despidieron acordando que la doncella de S dejaría caer una piedrita frente a G cuando ella pudiera verlo en la madrugada y él movería un pie si también podía, concertándose así la cita.

G llegó a acostarse unos minutos antes de la hora de levantarse, se colocó boca arriba, con las manos en la nuca, una gran sonrisa en los labios y cerrando los ojos repasó toda la escena con su amada S, casi no habían hablado, no hubo necesidad, por meses se habían comunicado a través de miradas y se habían dicho todo lo que se amaban.

Ella llegó a su habitación y se tiró a la cama suspirando abrazándose a sí misma y sonriendo y recordando todo lo que había pasado con su amor.

Pasaron varios meses, ellos seguían encontrándose en la madrugada, amándose cada vez más, hasta que regresó el ejército vencedor y los dos generales (padre y esposo de S) con él.

Se acabaron las citas antes de la aurora.

Ambos amantes empezaron a desmejorarse, él se veía macilento y demacrado, dado que no comía ni dormía, ella llegó un momento en que se rehusó a levantarse, la depresión la tenía muy débil y desganada. Se quedaba en su lecho, en posición fetal, todo el día y toda la noche, tampoco comía.

El general Y comenzó a sospechar, puso a varios subalternos a investigar lo que había pasado en su ausencia y descubrieron el amor prohibido de su esposa y un guardia. Decidió mandar matar a G sin necesidad de pretextos ni de explicaciones. Y en cuanto a S la llevó presa a una cárcel lejana e inhóspita, donde murió de tristeza e inanición.

 Fin de la regresión.

***

  • Ya he visto otras dos vidas pasadas en las que hemos sido pareja:

La de Japón, yo siendo geisha y tú samurái, que supongo que                       también era un amor prohibido. De ésta no tengo detalles.

  • La de Teotihuacan, donde sí tuvimos un amor prohibido, que                      nos costó el exilio y la separación.

 Ver esta regresión en:

 https://aquevineadondevoy.wordpress.com/2016/01/09/regresion-a-una-vida-pasada-en-teotihuacan-sacerdotisa-y-guerrero-jaguar/

  • Hay coincidencias en las reencarnaciones que he visto en que hemos sido pareja: amores imposibles y/o prohibidos, en esta encarnación presente, nuestro amor no es prohibido ni imposible, pero sí tiene un alto grado de dificultad al vivir tan lejos uno del otro, además de las circunstancias que hacen menos fácil el estar juntos, de todos modos, hay esperanzas de poder estar unidos sin tener que pagar un alto precio emocional y vital por ello, quizá ya se están terminando esos karmas, que espero averiguar pronto de dónde provienen y acabar con ellos.

  • Me doy cuenta de que en cada regresión a una vida pasada contigo voy pudiendo ver más detalles, esta última fue muy detallada, considerando que fue espontánea (como las otras contigo); me faltaron nombres y época, por lo demás incluyó escenarios, sentimientos, quién era quién y el lugar: Sumeria.

  • Las visualizaciones simbólicas acerca de nosotros también han sido detalladas y les hemos encontrado explicaciones y las hemos visto cumplirse, más o menos, hasta ahora, además de confirmar que coinciden con algunos hechos reales del presente.

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Imágenes tomadas de internet,

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Silvia Eugenia Ruiz Bachiller, Autora de “TÚ Y YO SIEMPRE”, novela romántica. La historia de amor de Almas gemelas, su karma, reencarnación y regresiones a vidas pasadas.

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NOTAS AL PIE DE PÁGINA

[i] Nivel alfa, el cerebro produce ondas de diferentes frecuencias, que se miden en ciclos por segundo (CPS). de 14 CPS para arriba, las ondas se llaman Beta, que es la conciencia externa. De 7 a 14 CPS, son ondas Alfa, o nivel Alfa y es el nivel de conciencia interna, que es en el que se encuentra el cerebro cuando estamos muy relajados y nuestra mente es capaz de ir a cualquier tiempo y/o espacio, adquirir cualquier tipo de información, programar eventos futuros, etc.

[ii] Prenda de vestir de hechura simple y amplia que originalmente fue llevada por hombres y mujeres a modo de túnica; era una prenda que derivó en la falda femenina.